A pesar de que yo ya hice balance de mis pasadas temporadas
el día que cumplía años el blog (aquí), nunca está de más pensar en lo que ha
pasado e ilusionarse con lo que está por venir.
La vuelta a casa ha sido de lo más impactante. Estar de
nuevo en una sociedad llena de avances, con más cosas de las que necesitamos y
con lo básico al alcance de la mano es, en cierta forma, curioso. Echo de menos
Nepal, echo de menos su gente y la energía que se respira en el ambiente, un
ambiente plagado de buenas vibraciones.
Como dice la canción: “Antes de marcharme ya quería volver.
Antes de llegar, ya quise quedarme”. Nada más cierto. El mejor regalo que el
2013 me ha dado ha sido aprender de los que menos tienen, reír con ellos,
recorrer lugares, empaparme de cultura, conocer formas diferentes de vivir,
abrir las puertas y las ventanas de mi mente para que entre un aire nuevo
refrescando viejos pensamientos que se estaban oxidando.
Desde que llegué y me instalé de nuevo en España, las
emociones se han apoderado de mí. Otra vez la incertidumbre de las nuevas
etapas, la alegría en los detalles del día a día y las ganas. Además, he de decir
que tengo un presentimiento: creo que el 2014 estará lleno de cosas bonitas.
Sé que en nuestro país la situación no está bien, que no se
puede tirar cohetes ni celebrar la salida total de una crisis que ha tocado con
la varita de la desgracia los hogares de miles de españoles. Pero, incluso con
esto, deberíamos seguir disfrutando de las pequeñas cosas que nos ofrece la
vida. Disfrutar de los nuestros, que nos quieren y nos apoyan, agradecer cada
minuto lleno de amor.
Soy feliz, ¿qué más puedo pedir? Esto es gracias al
aprendizaje constante, a conocerme y comenzar a lidiar conmigo. En la próxima
entrada compartiré algunas de las cosas que aprendí y las cosas que quiero
seguir aprendiendo.
Mi mayor deseo es que los brotes verdes (si es que existen)
se conviertan en flores preciosas y en frutos deliciosos. Salud, amor y trabajo
para todos y cada uno de vosotros. Gracias por leerme, por decirme que habéis
disfrutado con las cosas que he compartido.
No os rindáis nunca. Este año, juntos, vamos a brillar.
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