7/1/13

Después de todo, felicidad.

Lo primero que tengo que decir al ponerme de nuevo a teclear unas líneas es "perdón por el abandono". Sé que he abandonado el blog, sé que os he abandonado a muchos de vosotros estos días y que no os he deseado lo mejor para el año que acaba de entrar. La verdad es que no he estado muy navideña o quizás simplemente no he estado.

Aquellos que trabajen en la hostelería o en el negocio enfocado al turisteo lo sabrán de sobra, pero los que no (como yo hace un par de meses) no podrán imaginarse lo duras que son las semanas de Navidad cuando no estás cerca de los tuyos, y cuando el trabajo ocupa el cien por cien de tu tiempo.

Yo, como persona con suerte que soy, he tenido a los míos cerca. No puedo ni quiero quejarme, porque aunque haya tenido poco tiempo para ellos, han estado y eso es lo que importa. Me han reconfortado.


Mi vida ha vuelto a la normalidad, es decir, ha vuelto a ser vida. Sentarme enfrente del ordenador a escribir o leer se había convertido en una tarea imposible y por eso no he estado para el blog ni para nadie. Pero he vuelto con ganas.

Os dejo un vídeo que grabé el día 31 cuando acabamos de trabajar (sobre las 11.45). Es mi primera vez como "editora" así que no tengáis en cuenta la simpleza del montaje, porque lo que importa es lo que quiero transmitir.


Pronto nos veremos.

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