3/2/14

10 cosas que me gustan de Madrid



Al igual que muchas películas no podrían ser sin su correspondiente ciudad y muchas ciudades sin sus películas, mi vida no podría ser narrada sin sus correspondientes actrices de reparto, las que marcan el día a día. Hablo de mis ciudades. No voy a escribir nada inédito sobre Madrid, hay mucho escrito por grandes e imprescindibles maestros como Sabina. No voy a abrir una caja de pandora llena de truenos inesperados. Sólo voy a compartir las 10 cosas que más me enganchan de Madrid, las que me hacen hablar de ella como una madre orgullosa de los talentos de sus hijos. La ciudad que enamora a propios y extraños, la que tiene magia en las calles, en las miradas.


- Las terrazas atestadas de gente incluso los días de invierno. Sí, lo reconozco, me gusta el invierno si se trata de Madrid. Después de pasar un invierno bastante duro (meteorológicamente hablando) en Londres, el de Madrid me parece primaveral. Incluso los días más fríos se me hacen bonitos. Quizás por esta temperatura que nos ha tocado, las terrazas llenas de gente disfrutando de las cañas, de las tapas y de la vida madrileña son un clásico.

- Los mensajes que hacen hablar a las paredes más silenciosas. Es fácil ver mensajes más o menos bonitos decorando las paredes de los edificios madrileños. Pero nunca les había sacado tanto jugo, o no siempre me había fijado tan detenidamente. El de abajo, en concreto, lo encontré mientras paseaba por mi barrio. Puede que los dueños de la tienda no lo disfrutasen tanto, pero a mí me alegró el día. También le tengo echado el ojo a uno que vi en una plaza que decía así: "Cuidado con esto de la crisis, a ver si va a erosionar el amor". Es cierto, soy una romántica.


- Los domingos. Lo siento pero Madrid no es Madrid sin sus domingos. Ningún lugar del mundo huele tan bien a domingo como lo hace ella. ¿A qué huelen los domingos? A rastro, a bocadillo de calamares, a Plaza Mayor, a sol, a crepes en el centro, a paseo en el retiro, a cafés largos y sobremesas eternas, a atardeceres que hielan las pestañas, a palacio, a alegría, a magia. 

- Lavapiés. Un barrio bastante desconocido para mí hasta ahora, a pesar de estar al lado de casa. Un barrio lleno de alma, de mezcla y de vida. Disfruto paseando por ahí, descubriendo tiendas de artesanía, de bolsos hechos a mano. Me gusta descubrir exposiciones, talleres y me gusta que me descubran cosas tan originales como el Mercado de San Fernando lleno de bares de tapas, puestos de toda la vida, incluso algún local de sushi. Además, los domingos se llena de gente con ganas de celebrar.


- La calle del pecado. Para mí, por razones obvias, la calle del pecado no es Montera, es Fuencarral. No hay día que vaya al centro y no pase por allí a ver que cae. Me gusta la mezcla de tiendas que hay, algunas más consolidadas que otras, las marcas más conocidas se fusionan con las menos populares. Además hay varias tiendas de cosmética orgánica y alguna tetería que me tienen completamente enamorada. 

- Andar por la Gran Vía olvidando los escaparates y mirando hacia arriba. Gran Vía es una de las calles más populares de Madrid, la que no puedes dejar de ver si estás de visita en la ciudad. Pero no sólo de compras vive el hombre, vayamos más allá. La caída del sol desde esta calle es impresionante si se quiere apreciar, los edificios brillan más que nunca y la luz natural desaparece dando paso al azul añil más intenso. Disfruten de ese momento, cuanto más tarde mejor. Si es de madrugada, con la calle semi desierta y los edificios bostezando, acertaréis de pleno.


- La literatura detrás de cada esquina en el barrio de las letras. La cuestión es que siempre que paseo con mi madre por la calle Huertas, para cuando descubre una nueva frase tatuada en el suelo. Y su comentario siempre es el mismo: "me encanta esta calle".  También me encanta a mí. Imaginar el Siglo de Oro en Madrid es mi especialidad, veo a escritores tísicos detrás de cada muro.

- El chocolate con churros. También es verdad que el chocolate con churros es una delicia que comería allá donde fuera, pero aquí es especial. Terminar una tarde con la merienda/cena más contundente de todas, es algo que me apasiona. Las conversaciones que estas citas conllevan, también. Lo hacía con mis amigas cuando estábamos en la universidad y empezaba a notarse el frío, lo hago con mi familia y lo he hecho después de una noche de fiesta. Un placer que se ha convertido en tradición.

- Respirar libertad en mis paseos por "Madrid Río". Parezco una campaña de marketing hacia esta zona de la capital, pero no puedo evitarlo. Desde que inauguraron la nueva estructura del Manzanares, ando enamorada. A 10 minutos andando desde casa, una vía de escape sensacional. Me encanta pasear, salir a correr o sentarme en un banco a ver pasar el tiempo. Me gusta ver a los niños jugando en los toboganes los fines de semana. Me divierte descubrir rincones en los que nunca había estado antes. Si no habéis ido, merece la pena darse una vuelta.



Fotógrafo: Antonio Sepúlveda
- Los conciertos callejeros. Me encanta toparme con ellos en cada una de las ciudades a las que voy, pero en Madrid los disfruto más, supongo que ando con menos prisa. Me gustan los nuevos y los antiguos talentos que se echan a las calles a compartir un trocito de su arte. Me paro, escucho, y miro a la gente que se suele concentrar alrededor. Un detalle tonto que alegra el día, que hace que andemos unos cuantos metros con la sonrisa bobalicona plasmada en la cara. Espero que el arte callejero no desaparezca nunca.


Lo sé, he vuelto a caer y he vuelto a hacer una lista. Pero necesitaba canalizar mi euforia por haberme encontrado de nuevo con un amor del pasado, con la actriz que ha marcado años maravillosos de mi vida y que lo seguirá haciendo durante un tiempo ilimitado.

Para terminar, parafraseo al ya mencionado Sabina: "Aunque sé que no era la más guapa del mundo, juro que era más guapa que cualquiera". Porque nuestra capital, a pesar de tener sus virtudes y sus defectos, es la más carismática de las ciudades y ya se sabe que cuando alguien tiene carisma, no necesita demasiada belleza.

4 comentarios:

  1. Me tienes enamorado Ana,
    ya te escribí hace algún tiempo cuando escribías sobre Londres. Leerte hace que sienta cosas en el corazón, cosas que hace bastante tiempo que no sentía. Me resultas super interesante, y eso... me tienes enamorado.

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    1. Gracias, me alegro mucho que te guste lo que escribo! Para eso estamos, para ir compartiendo cosas y así todo el mundo empezará a valorar la belleza que tenemos alrededor. Gracias por pasarte!

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