Un encuentro fugaz ha bastado para reconciliarme con la ciudad de las mil culturas. Londres siempre ha sido, para mí, La Ciudad por antonomasia. Es como el amante cruel que te destruye y te construye con solo una gélida mirada. Reconozco que yo fui una débil enamoradiza a la que fue envenenando poco a poco y que le ha bastado unas pocas horas para tenerme de nuevo a sus pies. Nunca ha sido una relación fácil y durante años hemos vivido en un tira y afloja que estoy segura, acabará en desgracia. Pero confieso que estoy entregada de nuevo, suspirando por sus recovecos. En el amor, hay que encontrar a alguien que te haga sentir como la mejor versión de ti mismo. Y mi mejor versión, como decía Faulkner, es la que prefiere "el dolor a la nada, la bofetada a la ignorancia, la pena al vacío, el desprecio a la indiferencia y el grito a la apatía."
22/5/14
10 cosas que me gustan de Londres
Un encuentro fugaz ha bastado para reconciliarme con la ciudad de las mil culturas. Londres siempre ha sido, para mí, La Ciudad por antonomasia. Es como el amante cruel que te destruye y te construye con solo una gélida mirada. Reconozco que yo fui una débil enamoradiza a la que fue envenenando poco a poco y que le ha bastado unas pocas horas para tenerme de nuevo a sus pies. Nunca ha sido una relación fácil y durante años hemos vivido en un tira y afloja que estoy segura, acabará en desgracia. Pero confieso que estoy entregada de nuevo, suspirando por sus recovecos. En el amor, hay que encontrar a alguien que te haga sentir como la mejor versión de ti mismo. Y mi mejor versión, como decía Faulkner, es la que prefiere "el dolor a la nada, la bofetada a la ignorancia, la pena al vacío, el desprecio a la indiferencia y el grito a la apatía."
6/5/14
Viajar es vivir
Hace años me preguntaron:
¿Cuáles son tus pasiones? Mi mente se quedó en blanco sin saber qué responder.
Supongo que me encontraba en mitad de una vorágine de sensaciones y un
torbellino de emociones llamado adolescencia. Hoy en día tengo claras mis
prioridades y mis sueños. Por eso, cuando me preguntaron hace unos días qué era
para mí viajar, lo tuve claro.
Viajar es, hoy en día, mi
vida, mi pasión. Pero reconozco que existen dos tipos de viajes que me
embelesan. Uno de ellos es el viaje a través de mundos físicos, a través de
veredas desconocidas mientras las viejas ideas forjadas a fuego se van
difuminando de la mente. El otro tipo de viaje es el de los paisajes
fantásticos, los recorridos de la mente a través de un buen libro.