4/7/13

People in Nepal


Todos los que me conocen un poco, saben de sobra que lo que me gusta fotografiar son personas, caras, miradas y gestos. Ayer salí a buscar algo que completara mi día y lo hice con la cámara al cuello.  Me tropecé de frente con la alegría de decenas de niños saliendo del colegio, jugando en la calle antes de llegar a casa, incluso haciendo sus tareas de dibujo en mitad de la plaza. Además me encontré con gente volviendo del trabajo, relajándose en la Plaza Durbar y dejándose hacer por el sol.

Os decía en la anterior entrada que la vida aquí fluye a borbotones, y me reafirmo. La calle es el mejor museo que este país puede ofrecernos, porque podemos encontrar de todo. La gente mayor suele mirar con cara de sorpresa cuando me ven pasar con la cámara captando cada detalle. Pero los niños se desviven porque les haga un par de fotos y que les deje comprobar que han salido guapos. Posan, intentando imitar a los profesionales, y ríen. Se pelean entre ellos porque uno ha salido más que otro y me cautivan con su energía.

Ayer salí a buscar algo que me completara y me encontré con esos ojos rasgados y esas sonrisas. No pude tener mejores modelos improvisados y callejeros. Espero que estas imágenes os transmitan lo mismo que me transmiten a mí y que sintáis la misma fuerza.











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