27/7/13

Periodismo y otros demonios


En estos días de "crisis de todo" me gustaría poder escribir que algo tan importante como el periodismo está a salvo, que el bote salvavidas lo encontró a tiempo y lo rescató de las salvajes aguas del océano. Pero no, no puedo. Porque por desgracia, una profesión tan bella como la nuestra se ha visto acorralada y lanzada al vacío con poco más que una pluma debajo del brazo para escribir cómo fue la caída.

Es una desgracia, lo sé, pero no hay que tirar la toalla. Todavía hoy, quizás en sitios remotos, podemos encontrar útil nuestra labor, nuestras palabras y nuestras ganas. Siempre hay un comienzo de todo, y esta entrada tiene su génesis. Por casualidad me topé con este artículo en Jotdown, y me he lanzado a pensar. 

Es cierto que el periodismo está en un momento bajo (de autoestima, de moral, de fe en sí mismo) y los periodistas más de lo mismo. Una pena. Pero también hay que saber apreciar las cosas importantísimas que esta profesión nos da, día a día, en forma de píldoras informativas. A lo mejor, reflexionando sobre esto, encontramos algo de sentido.

Quería hablar de periodismo y enlazar con lo qué ando haciendo en Nepal, ya que me han preguntado y hasta ahora no lo he aclarado con suficientes detalles. Tengo varios proyectos entre manos y algunos van empezando a coger forma. Sobra decir que no puedo estar más encantada, que aquí hay demasiado trabajo por hacer y que la recompensa es inmensa.

Acabo de empezar a colaborar con una organización llamada Sankalpa, una organización que lucha por los derechos de las mujeres en una sociedad machista. El proyecto que se está llevando a cabo y por el que se está luchando y trabajando duro es por conseguir la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida en Nepal. Sobre todo, y teniendo en cuenta que las elecciones se celebrarán el próximo Noviembre, a nivel parlamentario. No es un trabajo fácil dada la situación política del país (que intentaré contar en otra entrada), pero paso a paso se consiguen grandes cosas.

Un objetivo magnífico el de darle voz a miles de mujeres que luchan por un país mejor. ¿Qué más se puede pedir? La vida me está dando la oportunidad de vivir cosas emocionantes y qué menos que agradecérselo.

Además de esto, he empezado a colaborar con un programa de la Televisión Nepalí. El formato es bastante ameno, se trata de una gran entrevista que hace mi amigo Mike a un/a director/a o presidente de alguna organización de las que trabajan por aquí. Mi labor es, aparte de colaborar un poco con la elaboración y montaje, la de informar desde el campo de trabajo de cada una de las organizaciones.

Como podéis ver, no me aburro en absoluto, me faltan horas para hacer todo lo que me gustaría. No todo es trabajar, también estoy haciendo un poco de deporte, y perfeccionando mi inglés en una academia en la que he conocido a algunos nepalís encantadores. Espero tener pronto vídeos para que podáis verlo. Entre tanto, paso a paso, vamos recorriendo el camino.

1 comentario:

  1. Me alegro mucho de esa oportunidad para ejercer tu profesión, pero me alegro aún más del objetivo final que va a tener, los derechos de las mujeres en aquella zona.
    Suerte! Todo se va encaminando.

    ResponderEliminar